¿Os acordáis del cuento de las cebollas?

¿Os acordáis del cuento de las cebollas?

Pues para el papá, la mamá o los abuelos que no se acuerden o que no lo hayan escuchado nunca, Mac ilusión os cuenta esta versión…

Había una vez un huerto precioso lleno de hortalizas. Los pimientos, tomates, cebollas, berenjenas, calabacines y muchas hortalizas más crecían muy sanas y hermosas. Daba gusto ver como el huerto iba cambiando en todas las estaciones. En enero, el hortelano recogía las habas y las cebollas, en febrero las alcachofas y las acelgas, en marzo las fresas y los ajos tiernos, y así, mes tras mes, le tocaba a una o dos hortalizas ser las reinas del huerto y lucir sus mejores galas para la recolección.

De repente un día empezaron a nacer y crecer un grupo de cebollitas muy especiales y extrañas. ¡Cada una de ellas tenía un color diferente! Había cebollas rojas, amarillas, verdes y naranjas… A simple vista eran deslumbrantes y preciosas. El hortelano no se lo podía creer y después de observarlas con mucho detenimiento, descubrió que cada una contenía una piedra preciosa en su interior. Rojo rubí, verde esmeralda, amarillo topacio, …¡Todas eran increíbles,  nunca había visto nada igual!

Alegre y asombrado fue al pueblo para contarle a todos lo que había descubierto en su huerto, pero nadie le creyó.

Eso es totalmente imposible”- dijo uno. “¡Cebollas con piedras preciosas!, ¡hasta dónde podríamos llegar! – dijo otro.

La gente empezó a decir que el hortelano se había vuelto loco y los niños y niñas se reían y se burlaban cuando lo veían pasar. Las cebollas, que son muy listas, al enterarse, se pusieron muy tristes e idearon un plan para ayudar a quien cuidaba de ellas todo el año.

Todos los días se quitaban una capa de su piel hasta que cada una mostró la piedra preciosa que guardaba en su interior. Al poco tiempo los vecinos visitaron al hortelano y asombrados vieron que todas las cebollas lucían su tesoro a simple vista.

De esta forma y gracias al esfuerzo de sus cebollas el hortelano volvió a ser querido y respetado más que nunca.

Y ahora os preguntaréis: ¿Qué tiene que ver Mac Ilusión y la ropa de bebé e infantil con este precioso cuento?

¿Os acordáis del cuento de las cebollas?

Pues veréis, estamos a final de septiembre y estrenamos estación. ¡Llega por fin el otoño después de un verano muy caluroso!  A partir de ahora se van a producir cambios bruscos de temperatura y tenemos que estar preparados para vestir a los más pequeños de la casa con varias capas de ropa, como las cebollitas, que se puedan poner o quitar con facilidad cuando haga frío o calor.

¿Pero cómo saber si el bebé tiene frío o calor? Una forma de saberlo muy sencilla es tocarle la nuca. Si la notamos con sudor tendrá calor y si la notamos fría tendrá frío. Los pies y las manos también son buenos indicadores de la temperatura corporal.

Tened en cuenta también que para prevenir las irritación de la piel ante tanto cambio de temperatura es muy aconsejable vestir a los bebés con ropa de punto de algodón 100% orgánico, como la colección “Jardín Mágico” de Mac Ilusión.

¿Os acordáis del cuento de las cebollas?

Los paseos en esta estación son ideales y muy sanos, la ropa de punto como los peleles, las chaquetas, petos, los sacos arrullos y las toquillas nos pueden venir de perlas para disfrutar de un fantástico día de otoño.

¿Os acordáis del cuento de las cebollas?

Y para terminar, a principio de cada otoño, acordaros del cuento de las cebollas y del hortelano para contárselo alguna noche a las niñas y niños de la casa.  Y no olvidéis que lo mejor es vestir a los más pequeños con capas de quita y pon para combatir el frío y el calor típicos de esta preciosa estación.